Cuatro pasos para organizar y disfrutar de una cata de Ron
1 de julio de 2020
El Ron es un destilado que se obtiene de la caña de azúcar. Delicioso, diverso y fascinante por su variedad y versatilidad.
Pero, en realidad…. ¿crees que aprecias al máximo sus características?
Pero, en realidad…. ¿crees que aprecias al máximo sus características?

Hoy en nuestro blog, queremos darte a conocer algunos pasos para organizar una cata de Ron y así degustar de esta bebida emblemática, y porque no, convertirte en un fan de su sabor.
1. Lugar adecuado
El espacio debe ser iluminado, ventilado y desde luego, no debe existir elementos que distorsionen nuestros sentidos, de preferencia, usar manteles blancos o superficies claras que nos permitan apreciar el color del Ron.
Es importante disponer de cristalería adecuada; copas tipo balón no muy grande y de boca estrecha para los Rones Añejos; y para los Rones Blancos usar copas de boca ancha. Es indispensable, para limpiar el paladar, acompañar la cata con agua, pan blanco o galletas de soda sin sal.
Se debe empezar con los Rones más jóvenes, continuar con los de mayor añejamiento y potencia alcohólica, es indispensable servir la misma cantidad en cada copa, de preferencia a temperatura ambiente.
Recuerda que la finalidad de esta actividad es apreciar la calidad de esta bebida, sometiendo a juicio de los sentidos: al gusto y el olfato.
2. Fase visual
Las tonalidades del Ron son variadas, empezando desde transparentes, luego pasando por ámbar y llegando a colores más oscuros como canela y caoba, todo dependerá del tiempo de reposo en las barricas de roble, siendo los más oscuros los más Añejos.
Para tener una primera impresión de la estructura o cuerpo del Ron se debe inclinar ligeramente la copa y lentamente girar el contenido, impregnando así el producto en las paredes de la misma, formando las llamadas piernas o lágrimas; cuando el líquido baja de manera rápida el Ron es ligero y de poca estructura, pero si sucede lo contrario, es decir, se desliza de forma más lenta, es más denso y untuoso, esta característica corresponde a los Rones más Añejos.
3. Fase olfativa
En esta fase se analizan los aromas que desprende el Ron, para ello, es preciso acercar la copa, apercibir sin llegar a introducir la nariz y realizar inhalaciones cortas, a esta actividad es necesario que le dediquemos tiempo y delicadeza.
Luego, se debe agitar la copa para realizar nuevas aspiraciones, la presencia alcohólica se disipa un poco y es ahí cuando surgen aromas frutales, vainilla, caramelo, chocolate, frutos secos, café, maderas, etc. Con la práctica, el sentido del olfato suele identificar con mayor facilidad los aromas.
Es importante saber que existe una diferencia notable al realizar una cata de vinos, debido al contenido del alcohol, por eso la técnica cambia.
4. Fase gustativa
El paladar será el encargado de indicar el sabor, la esencia y el cuerpo del Ron; se procede a degustar, por lo que se recomienda hacerlo con una cantidad pequeña. El líquido debe viajar por toda la boca y el paladar, es necesario mantenerlo un tiempo antes de tragarlo para captar de mejor manera su sabor; se apreciará la vainilla y el caramelo, también se encontrará sabores ahumados como el tabaco y sabores especiados como la canela y la nuez moscada.
Si no somos expertos en el arte de catar los Rones, se recomienda iniciar con una sensibilización, identificando aromas y sabores, con ello adiestraremos el sentido del olfato y las papilas gustativas, será entonces más fácil reconocer las notas y características del producto al momento de probar los distintos Rones.
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