La Coctelería versus la Mixología

La coctelería la podemos definir como el arte de preparar cócteles, cumpliendo con unos estándares de preparación, con los ingredientes en las proporciones adecuadas y con la calidad que se requiere para lograr una homogénea armonía de sabor, color, textura y temperatura, incluyendo la presentación y decoración.
Los cócteles clásicos, los más conocidos internacionalmente, tienen unas pautas y directrices muy específicas para su elaboración, que se deben seguir al pie de la letra, ya que el solo hecho de modificar, aunque sea un poco, la técnica de preparación o la proporción de los ingredientes, dará lugar a un cóctel diferente. Siempre tendremos nuestro lugar favorito para disfrutar de un Daiquiri o un Mojito Cubano.
El especialista prepara con absoluta solvencia la extensa variedad de cócteles y los sirve de forma profesional, sus habilidades detrás de la barra y la atención que le da al cliente tienen como objetivo brindar una experiencia completa, especial e inolvidable.
Más allá de la capacidad de combinar bebidas, la Mixología se centra en la investigación de los cócteles, analizando su composición, sabores, aromas, niveles de alcohol, texturas, etc, aplicando incluso criterios de la física y la química, el objetivo es innovar y crear nuevas recetas de cócteles.
El mixólogo estudia los cócteles clásicos y experimenta creando versiones nuevas, exóticas, ampliando las fronteras de la coctelería clásica, generando nuevas experiencias. En resumen, un mixólogo tiene unos conocimientos profundos y muy depurados del arte de mezclar bebidas.
Finalmente, podemos quedarnos con la idea de que la coctelería se ocupa de una impecable ejecución y presentación, mientras que la mixología se encarga de la innovación, ofreciendo un mundo de nuevas alternativas.
El Ron, el rey de los cócteles y aliado de los mixólogos
El Ron es un excelente ejemplo de la versatilidad de una bebida, con presentaciones ligeras como lo es un ron blanco y otras más estructuradas como un ron dorado o un buen ron premium, nos permite reproducir a la perfección los más famosos cócteles caribeños o introducir pequeños cambios para generar nuevas experiencias.
Una muestra de cómo pequeños cambios generan un abanico de oportunidades , podemos ver con el versátil mojito. En su versión original utiliza ron blanco, pero se puede sustituir por un ron ámbar como nuestro Ron San Miguel Black para un perfil de sabor más complejo, con notas de vainilla y fresco aroma a roble.
El mojito original es elaborado con lima o limón, este cítrico puede sustituirse por otro, por ejemplo, piña, fresa, naranja o toronja. Puedes jugar con las proporciones, colocar algo de la fruta picada y agregar otro tanto del zumo para lograr el equilibrio de acidez. Otras opciones son cambiar la hierbabuena por menta o albahaca, también puedes probar con romero, tomillo o salvia y crear tu mojito personal.
Diviértete y aprende tanto como quieras, descubre lo que te gusta, experimenta y comparte experiencias, invita a tus amigos y disfruten juntos, mezclando, sustituyendo y convirtiéndose no solo en expertos en cócteles, sino en verdaderos mixólogos, usando las diferentes presentaciones de tu favorito Ron San Miguel.

