Nuestra propia Cava en casa
Cava en casa

Los amantes de saborear los diferentes licores y fanáticos específicos del Ron son personas que exploran sabores y sensaciones. Para disfrutar del placer místico de catar estas bebidas espirituosas en este post queremos mostrarte las ventajas de tener una buena cava en casa y así estar preparado para cualquier ocasión con la bebida que necesites.
Una cava es un espacio perfecto para dejarse envolver por las experiencias y por nuestros sentidos, es importante que, al acondicionar este rincón especial de nuestro hogar, el buen gusto esté presente.
Origen de la Cava
Para iniciar, creemos importante hacer un viaje en el tiempo y desde los orígenes de este concepto ver cuales son las claves para concebir la mejor cava, acompáñanos.
Los romanos alrededor del año 100 a.c. almacenaban vino de forma doméstica, esta es una tendencia que se pudo observar en las casas de los más adinerados, en las que se destinaba un cuarto o bodega para guardar vino, que era la bebida alcohólica más consumida para entonces, a esta habitación se le conocía como la “cellae vinariae”.
Entre las características que podemos destacar de estos espacios es que no tenían ventanas, por lo tanto, eran oscuras y se ubicaban en el norte y este de la casa, para de igual manera protegerlas de la luz y evitar que las temperaturas variarán a lo largo del año y se mantuvieran frescas.
Este concepto vino a evolucionar a principios de la Edad Media, cuando las cavas empezaron a mostrar un grado de tecnificación, evidenciando condiciones cuyo fin es el de controlar más eficientemente las variables de temperatura, humedad e iluminación.
Hoy en día una cava constituye la representación de un proceso de evolución en lo que se refiere a la conservación y almacenaje de bebidas alcohólicas, que se ha ido perfeccionando a lo largo de más de 8.000 años de historia.
Consideraciones para nuestra cava en casa
Desde funcionales hasta sofisticadas, artesanales o vanguardistas, estos espacios deben considerar las siguientes variables: Temperatura, luz, humedad, vibraciones y aromas.
La luz y el calor aceleran la oxidación en general de todas las bebidas alcohólicas, siendo más marcado este proceso en los vinos, es importante señalar que una vez que abrimos un destilado el proceso de oxidación se acelera en la medida que baja el nivel del líquido en la botella.
Por lo tanto, es conveniente evitar espacios con ventanas descubiertas y luces que emiten mucho calor, una alternativa es usar las luces de manera indirecta y que sean Led, en cuanto al material de los muebles o estantes, es preferible que sean de madera, ya que ayudan a que la temperatura tenga menos variaciones y también absorben la luz.
En referencia a los aromas, nuestra cava no puede ubicarse cerca de lugares con gasolina, solventes, ambientadores u olores muy fuertes, ya que nuestras botellas corren el riesgo de contaminarse, un error común es usar la cocina, en la que se manejan variaciones de temperatura y se generan vibraciones de equipos como la licuadora, además de olores fuertes.
Considerando estas variables ya puedes tener una mejor idea en cuanto al lugar más adecuado de tu casa para tener tu propia cava.
Tener una cava va más allá de seleccionar botellas y licores, es una forma de disfrutar la vida con experiencias en nuestro tiempo libre, ya sea que disfrutemos de un buen libro, de la compañía de amigos o de una buena charla en pareja, contar con una selección de nuestros licores predilectos es clave para acompañar esos momentos especiales.
¡Brindemos! Degustando un buen Ron San Miguel, por la cava que pronto acondicionarás en casa.

