Un puro y un buen Ron ¡Juntos saben mejor!

El maridaje es el arte de experimentar combinando sabores, olores y texturas, lo más común es combinar comidas y bebidas, mucho se ha hablado del maridaje de platillos con vinos tintos, blancos y rosados, ahora bien en los últimos años hemos sido testigos de la evolución y complejidad de maridajes con licores y cócteles que han agregado nuevos matices de sabor. Pero hoy exploramos una combinación fascinante, un maridaje muy especial, en el que productos de fortalezas similares encuentran la alianza perfecta.
En este maridaje ningún producto opaca al otro, nos referimos a rones premium y puros de alta calidad, un placer que se disfruta por partida doble que puede llevarnos a un elevado estado de deleite.
El maridaje de puros y ron es una combinación que se hace por similitud, nunca por contraste. Para disfrutar de un puro y un ron, lo recomendable es hacerlo considerando factores como el envejecimiento, la profundidad de los aromas y la complejidad. El tono ligeramente dulce en los rones envejecidos, potencia y complementa las características de los mejores habanos.
Cuando el fumador de puros hace soluble el humo en la boca, se requiere de una bebida que limpie el paladar y que aporte cierto dulzor, función que cumple muy bien un ron premium, por tener una amplia gama de registros, desde los más suaves a los de mayor carácter gracias a su larga madurez en barricas.
Una historia en común
La caña de azúcar fue traída por los colonizadores y constituye la materia prima del Ron, mientras que el tabaco es una planta oriunda de América, ambos durante años fueron importantes cultivos en el Caribe, asociados al proceso de mestizaje y para esos tiempos dos de las principales fuentes económicas de la región.
De esta historia se deriva un maridaje por asociación geográfica, que junto a la tradición han fortalecido la imagen de un puro y de una copa de ron, productos que nacieron bajo una cultura común y las mismas condiciones climatológicas de la región.
Un placer para disfrutar
La vida está compuesta de momentos y experiencias, tener la oportunidad de disfrutar algunos pequeños placeres, nos hace más felices, es así de sencillo. Combinar placeres es aún más sublime, eso es lo que ocurre al fumar un puro y degustarlo junto a un buen ron premium como un Ron San Miguel Solera.
Tómate un tiempo para vivir esta experiencia, disfrutar del ritual de encender el habano y beberlo con un trago que lo dignifique y complemente, pueden ser momentos de introspección, de inspiración, de celebración o que simplemente necesites de una pausa para contemplar y darte un respiro, también puede ser la oportunidad de compartir este placer junto con una amena charla entre amigos.
Sea cual sea la ocasión, dedícale un tiempo para apreciar la artesanía de lo que estás saboreando, mientras te diviertes y perfeccionas tu técnica.

